Consejos para evitar el resfriado de todos los años

Todos los años y con la llegada del frío nos visita un incómodo amigo: el resfriado. Según los especialistas tener un resfriado con la llegada del otoño es casi inevitable, de hecho, lo normal es sufrir dos o tres resfriados.


Como muchos expertos insisten en recordarnos, el frío no es la causa de los refriados ni de la gripe, sino que éste solo actúa como elemento que contribuye a la preservación de los virus. Es decir, con el frío los virus se conservan mejor y, por tanto, el riesgo de afección aumenta.
Existen una serie de pautas que pueden ayudar a prevenir caer en las redes de uno o varios constipados. El problema es que aunque es posible tomar este tipo de precauciones lo cierto es que no se puede asegurar el éxito absoluto, puesto que este tipo de enfermedades se contraen mediante el contacto con otras personas, por lo que, a no ser que se opte por el aislamiento total, es imposible tener la absoluta seguridad de no estar expuesto al virus.
No obstante siempre es posible reducir el riesgo de contagio. Por ello, vamos a ver algunos sencillos consejos para evitar contraer el resfriado de todos los años:

1. Lavarse las manos: como hemos ficho el constipado y la gripe se contagian por contacto directo. Y que mejor que las manos, quizá la parte de nuestro cuerpo que en más ocasiones entra en contacto con otros elementos. Lo ideal es lavarse las manos continuamente y frotando fuerte con el jabón.
   
2. No tocarse la cara: en la cara nos encontramos las zonas del cuerpo más sensibles para la entrada de organismos indeseados. Hablamos de la boca, la nariz y los ojos. Por este motivo, y en relación al punto anterior, tener unas manos limpias reduce el riesgo de introducir en nuestro cuerpo organismos maliciosos.
   
3. Descansar: cuando estamos estresados nuestro sistema inmunológico tiende a debilitarse, por eso, siempre es conveniente estar relajado y disfrutar de las horas de sueño suficiente para mantener a nuestras defensas en perfecto estado.
   
4. Evitar estar mucho tiempo en espacios cerrados: lugares como hospitales o transportes públicos se convierten en el hábitat preferido por los virus, ya que la concentración de gente es mayor y, por tanto, la posibilidad de contagio también.
   
5. Comer ajo: el ajo es catalogado por los expertos como uno de los alimentos que más contribuye a proteger nuestro sistema inmune de infecciones bacterianas.