jueves, 10 de julio de 2014

La mala alimentación es peor que el consumo de tabaco


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Durante años las autoridades sanitarias han estado luchando contra el consumo de tabaco, que llegó a estar entre las principales causas de muerte en varios de los Estados más desarrollados. El endurecimiento legislativo y la toma de conciencia de los males causados en los fumadores ha sido clave para reducir el consumo, sin embargo, ahora desde la Organización mundial de la salud, OMS, alertan de una nueva “epidemia” que puede llegar a tener peores consecuencias y a la que hay que poner solución cuanto antes: la mala alimentación.




La comida basura, el exceso de grasas, el abandono constatado de la dieta mediterránea y la falta de horas semanales dedicadas al ejercicio físico están haciendo que la obesidad sea un acuciante problema al que tienen que poner coto las autoridades sanitarias. La lucha contra la obesidad se ha establecido como uno de los principales objetivos de las administraciones, así lo expresaron, al menos, desde la Asamblea general de la salud reunida hace unas semanas en Ginebra. Para la OMS los datos han pasado de preocupantes a alarmantes. Sus estudios indican que el 50% de la población de los países desarrollados padece sobrepeso, el paso previo a la obesidad y donde se comienzan a presentar los primeros problemas de salud. Curiosamente los datos arrojan una demoledora verdad: el 65% de la población mundial vive en países donde la obesidad es una causa de muerte, frente al resto de la proporción donde lo es la ausencia de una alimentación básica.

Con este dibujo sobre la mesa la OMS lo tiene claro. Si no se escuchan las alarmantes señales, la mala alimentación provocará en unos años más muertes que el consumo de tabaco. Para prevenir que esa situación potencial llegue a darse se puso en marcha la Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud, sin que los resultados sean próximos a satisfactorios, ni siquiera. Entre las medidas propuestas está la de encarecer el precio de los productos grasos, especialmente la bollería industrial, aplicando impuestos similares a los que pesan sobre el tabaco. También quieren mantener a raya los alimentos con altos contenidos de grasas saturadas, controlar el consumo de sal y concienciar sobre el uso racional del azúcar. Acabar con la publicidad de productos clasificados popularmente como “comida basura” es otra de las medidas a tomar. Por otra parte la OMS ha comenzado una campaña en países asiáticos para fomentar la lactancia materna frente a sustitutos industriales, una costumbre popular en oriente.

Publicado por Samuel Donn

Samuel es un estudiante de medicina de 23 años, apasionado por el deporte y la vida sana. Aunque su pasión superior es la tecnología y las redes osciales. Publica en este blog con cariño y ¡mucha salud! (y que dure...)

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