Si tenéis problemas de caída de cabello no os
preocupéis, ya que la alopecia es una enfermedad muy frecuente que tiene
solución. Vamos a ver las principales técnicas que ofrecen las clínicas
capilares para detener este problema.
Mesoterapia
Esta técnica es muy adecuada para aquellas personas que
tengan una alopecia ligera, donde los folículos capilares aún estén en su
sitio. El procedimiento consiste en la inyección de nutrientes (vitaminas y
aminoácidos) en los folículos capilares mediante un instrumental especializado.
Ésto lo que hace es que las raíces que hay en los folículos de vigoricen,
evitando que el debilitamiento sufrido vuelva a afectar al cabello. Es una
técnica sencilla y que tiene la ventaja de que no requiere especiales cuidados
tras su aplicación. Lo que si sería conveniente, y que probablemente os
recomendará el dermatólogo, es que utilicéis champús naturales, que no irriten
o acaben destruyendo el pelo.
Implante capilar FUE
Se trata de un procedimiento adecuado para aquellas personas
que ya no conserven los folículos capilares y sufran de una alopecia
androgenética. Además de ello es un buen método para todos aquellos que por
diversas razones hayan visto seriamente dañado el cuero cabelludo. Esta situación
suele darse frecuentemente a raíz de tratamientos de radioterapia o
quimioterapia.
Pues bien, esta técnica consiste en que un especialista,
haciendo uso de un tipo de bisturí especial denominado “micropunch”, extraiga
folículos sanos de donde puedan quedar (que normalmente es en la nuca o en los
laterales de la cabeza) y posteriormente los implante en donde esté la zona a
tratar. Eso sí, en esta técnica los folículos son extraídos de uno a uno, por
lo que al final vamos a pasar mucho rato con el dermatólogo, así que nos saldrá
algo más costoso. Se trata de un procedimiento que se realiza con anestesia
local y cuyo post-operatorio es muy sencillo.
Implante capilar FUSS
Este sistema también es adecuado para aquellas persona que
tengan alopecia androgenética o hayan pasado por enfermedades que hayan
dañado los folículos capilares. Es un sistema más invasivo que el anterior,
peor también más económico y que da buenos resultados.
El tratamiento consiste en tomar una lámina de piel y pelo
de la nuca o los laterales de la cabeza a fin de pasarlos después por un
microscopio donde se puedan separar los folículos dañados de los sanos.
Finalmente se procede a realizar el implante en las zonas donde sea necesario.
Este procedimiento también se realiza bajo anestesia local, y su pos-operatorio
dura entorno a los 15 días, cuando se retira la sutura realizada. Deja pequeñas
cicatrices que pasan desapercibidas.